Con la entrada de hoy participo en el “Reto Reposteras por Europa”, que creó Pili de Tothom a la Cuina , que consiste en, cada mes, mediante un sorteo entre todos los participantes, el azar elegirá un "repostero" y éste a su vez elegirá un país de Europa.
El resto
tendremos que preparar un dulce, postre,... típico de ese país.
Este mes la
persona encargada de elegir el país fue Carolina del
blog: Carris Cupcakes y el país
elegido: Austria.
Y el postre
elegido por mí para esta ocasión ha sido: Krapfen, son muy parecidas a las berlinesas
españolas.
Ingredientes: (a mi me salieron 12)
- 380 gr de harina
- 230 ml de leche
- 80 gr de azúcar
- 25 gr de levadura fresca
- 3 yemas de huevo
- 60 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 15 ml de extracto de vainilla
- Ralladura de 1 limón
- 1 pizca de sal
- Aceite de oliva suave para freír (también se puede usar de girasol)
- Azúcar glasé
- Mermelada de fresa o frambuesa (la receta original usa mermelada, pero yo he puesto nocilla por que en casa no gustan las mermeladas de esos sabores)
Elaboración:
En un cuenco
disolver 16 gr de levadura con 180 ml de
leche. Añadir 100 gr de harina y revolver hasta crear una pasta homogénea.
Tiene que quedar un poco líquida.
Tapar con un
paño húmedo y dejar reposar durante 30-40 minutos.
Mezclar el
azúcar con la ralladura de limón.
Una vez haya
pasado el tiempo de reposo, en otro cuenco mezclar 9 gr de levadura con 50 ml
de leche y añadirla a la masa anterior y mezclar bien con la ayuda de un robot
de cocina.
Añadir, la
vainilla, las yemas y la mezclar del azúcar con la ralladura de limón, batir
hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados.
Añadir 50 gr
de harina y batir hasta que esté totalmente incorporada. Añadir otros 50 gr de
harina y volver a batir y así hasta terminar con la harina.
Puede que no
tengáis que usar toda la harina, tiene que quedar una masa blanda, pero no
pegajosa. Esto es muy importante, pues si os pasáis de harina luego nos
quedaran duros y secos. Muy importante batir bien la harina, antes de volver
agregar más.
Batir hasta
que la masa se separe de los bordes (entre 5-10 minutos)
Engrasar un
cuenco y colocar la masa, tapar con film y dejar en el frigorífico al menos una
hora (yo lo dejé 4 horas) se puede dejar más tiempo, pero nunca más de 12
horas.
Colocamos la
masa sobre una mesa de trabajo, ligeramente enharinada y estirar la masa con la
ayuda de un rodillo, si el rodillo es de anillas genial, pondríamos las de 1
cm, sino ayudaros con la ayuda de unas tablillas como fue mi caso.
Una vez
estirada la masa, le damos forma con la ayuda de un cortador redondo (el mío es
de 7,5cm de diámetro) y los vamos colocando sobre una bandeja forrada con papel
film y los dejamos que leven. Sabremos que están listos cuando al tocarlos con
el dedo, vuelvan a su posición inicial, muy lentamente.
Si lo hacen rápido
es que no están en su punto, y si no vuelven a la posición inicial, nos
habremos pasado de tiempo.
En un cazo o
en una sartén, poner el aceite a calentar hasta que alcance los 180ºC. Hay que
mantener esa temperatura todo el tiempo. Para mí en imprescindible un
termómetro de cocina para ese tipo de masas.
Introducir
los krapfen y freír los, dejar más o menos entre un minuto y minuto y medio por
cada lado, hasta que se hayan hinchado y cogido un color dorado.
Una vez
fritos, colocar sobre una bandeja forrada con papel de cocina absorbente. Dejar
enfriar por completo.
Una vez fríos,
con la ayuda de una manga y una boquilla de relleno, rellenar los krapfen con
la mermelada, o en mi caso con nocilla hasta que veamos que quiere sobresalir.
Espolvorear
azúcar glasé por encima.
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