Lo prometido es deuda!!!!!! Fuisteis
muchos los que me pedisteis que os pusiera la receta del pan que hice en la cocotte, y como me encanta teneros
contentos, aquí estoy cumpliendo mi promesa.
Ayer lo hice de nuevo para poder
poneros algunas fotos del paso a paso y además aprovechar y estrenar mi nueva
cocotte que me trajo San Valetín Y
Como ya os he dicho, la
receta del Pan con masa vieja en cazuela
es del gran maestro Ibán Yarza, publicada en su libro “Pan Casero”.
La cocotte con la que vamos
hacer el pan es de 24 cm.
Ingredientes:
- 100 g de masa vieja (esta masa se hace el día anterior mezclando 65g de harina, 35 g de agua y 2 g de levadura fresca)
- 500 g de harina panificable*
- 325-340 g de agua (63-66 %)
- 10 g de sal
- 0,5 g de levadura fresca
Elaboración:
Sacamos la masa vieja de la
nevera, no importa si no está llena de burbujas (1).
Mezclamos los ingredientes,
excepto la sal, y lo dejamos reposar media hora. La masa tiene que quedar
ligeramente pegajosa (2); si no se adhiere a las manos, añadimos un poco más de
agua.
Transcurrida la media hora,
incorporamos la sal (3) y amasamos. Aquí
os dejo un vídeo de cómo debemos amasar. Yo estuve amasando unos 30 minutos,
todo dependerá de la costumbre que se tenga. Un truco para saber si está bien
amasado, es coger un trozo de masa con las dos manos y extenderla hasta que se
haga una membrana transparente y la masa no se rompa.
La masa tiene que quedar
suave y sedosa (4)
Untamos un bol con un poco
de aceite y dejamos fermentar unas tres horas (dependerá de la temperatura),
hasta que la masa se haya hinchado bastante y esté fofa (5)
Mi truco para saber si está
fermentada es: con la yema de un dedo presionamos la masa y si en 3 segundos
vuelve a su sitio es que está fermentada.
Pasamos la masa a la mesa
ligeramente enharinada y hacemos un hatillo con la masa (6); le damos la vuelta
apoyándola sobre el punto de unión del hatillo y la boleamos suavemente (7),
sin apretar, como si estuviéramos jugando; no queremos que pierda el aire que
ha atrapado, y su fermentación no va a ser muy larga. La dejamos reposar boca
abajo en la mesa enharinada durante una hora (8)
Mientras tanto, calentamos
el horno a 250ºC, con la cocotte y la tapa dentro.
Transcurrida la hora,
quitamos la cocotte del horno con cuidado de no quemarnos, y metemos el pan en
la cocotte con la doblez hacia arriba de un rápido golpe (9)
La tapamos y la metemos al
horno. Horneamos durante 15 minutos ;) y transcurridos los 15 minutos, quitamos
la tapa (10) y continuamos la cocción a 200ºC durante 35-40 minutos (el total
de la cocción del pan es de 50-55 minutos)
Una vez se acabe la cocción,
sacamos el pan del horno y lo dejamos que enfríe sobre una rejilla. Una forma
de saber si el pan está bien cocido es, una vez que lo sacamos del horno, le
damos unos golpes con los nudillos en la parte de abajo, y si suena hueco es
que está cocido.
*Si
no encontráis la harina panificable,
podéis usar harina de trigo repostería , la que
tiene 10-11 de proteína)
Debo confesar que lo que más
me llamó la atención de este pan, fue su corteza, ya que queda súper súper
crujiente, y esto es debido a que fue horneado en cocotte.
La cocotte imita muy bien a
un horno de verdad, transmitiendo mucho calor de manera homogénea y uniforme. Además,
como la cocotte es hermética, la propia humedad que libera el pan al hornearse
es suficiente para que aumente de tamaño, no necesitamos añadir humedad adicional
como se suele hacen con el resto de panes.
Fuente:
Ibán Yarza
Espero
que os haya gustado y me dejéis vuestros comentarios, gracias!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario